Archivo Churubusco



Caja Intérprete

Marilyn Adriana Ortiz Gasca
Citlalli Itzel Espíndola Villanueva
Germán Fraustro Nadal



Introducción Caja interprete
×

El espíritu del concurso Caja Intérprete

Esta iniciativa tuvo su origen en el Seminario Taller Optativo de Conservación de Material Bibliográfico (STOCMB), cuyo programa busca entre otros objetivos, que los alumnos proyecten y ejecuten una actividad que ponga en juego habilidades para la gestión. Nuestros profesores Luis Enríquez y Laura Milán, hicieron algunas propuestas, entre ellas, la de considerar un concurso de cajas para libros. De inmediato llevamos esta posibilidad al terreno de nuestros intereses, a saber, las ideas contenidas en los libros y, principalmente, el vínculo que los lectores generan con estas. Así, Caja Intérprete se ideó como un espacio que nos permitiera entrar en contacto con los participantes, a través de sus creaciones, pero también, para cuestionar la esencia de una caja para libros, desde nuestro emplazamiento como conservadores-restauradores.

Sabemos que una caja puede ser un dispositivo primordial para brindar protección a un libro, pero ¿qué tal si pensáramos una caja como una extensión o incluso versión del libro? Es decir, no sólo como un medio de protección sino de disfrute o, incluso, como un dispositivo de apropiación e invitación.

  • ¿Contra qué necesita protegerse la literatura por principio? ¿O es el soporte de la literatura lo que necesita protección?
  • Bajo una perspectiva convencional, la encuadernación cubierta por una caja ya no es una simple protección sacrificable: la protección que solicita a su vez ser protegida duda de su rol originario. La caja que requiere de cuidados ya no es una simple protección de la protección.
  • Las cajas de este concurso desmontan la idea de protección como se ha entendido tradicionalmente. De cualquier manera, y al final del día, la encuadernación sí protege al cuerpo del libro, y la caja a la encuadernación.
  • ¿Podemos pensar en otro tipo de lógica en este rol de protección?
  • La idea de estas cajas habla de una contención del libro ciertamente, pero también de una selección. En el proceso de apropiación, el intérprete distinguió aquello significativo de aquello poco relevante.
  • Las cajas, tal como se expresaron, hicieron evidente aquello que de manera subjetiva y personal cada intérprete distinguió y señaló por su contenido significativo.
  • Convocar a un lugar habitable, dar la bienvenida, activar la subjetivación del anfitrión (¿o es que en la literatura, como dispositivo del proceso de subjetivación del anfitrión, la caja se vuelve símbolo?) en tanto objeto dispositivo de posibilidades en eco con la búsqueda del lector/creador.

La convocatoria se puso en marcha y, finalmente, las cajas participantes fueron puestas a disposición de los estudiantes de la ENCRyM, así como de los interesados, durante la exhibición de Caja Intérprete (véase Figura 1). “Se vale tocar” se advertía cuando el primer curioso aparecía. Esta exhibición no buscaba una contemplación ni distante ni reverencial, sino un acercamiento asertivo e íntimo. Se buscaba comunicar no sólo la imagen de una caja, sino la interpretación particular de un libro que cada caja puso en juego, con su propio lenguaje, a través de su diseño y funciones.

De esta experiencia surgió la idea de crear este catálogo como testimonio visual para guardar registro de la experiencia provista por cada una de las cajas, además del concepto propuesto por cada concursante.

Figura 1. Exhibición de cajas concursantes en la ENCRyM. Fotografía:Victor Manuel Chacón Villar, 2016; cortesía: STOCMB.


Alcances del concurso

Nuestra intención con Caja Intérprete fue romper con las dinámicas endogámicas que se producen comúnmente en la ENCRyM, así como llevar a la realidad el diálogo desde diferentes perspectivas y bagajes. Anhelábamos convocar la participación de conservadores, sí, pero también la de diseñadores, artistas, profesionistas afines, lectores, ingeniosos e industriosos, sin restricción de edad, formación ni trayectoria profesional de los participantes.

El alcance de la convocatoria puede ser abordado en diferentes sentidos. Los entusiastas fueron 21 creativos que produjeron 19 cajas, entre participaciones individuales y colectivas. El rango de edad de los concursantes fue muy amplio, pues se involucraron personas desde los 19 hasta los 74 años de edad. La diversidad de los participantes también se manifestó en los perfiles: los creadores son artistas plásticos, encuadernadores, conservadores, diseñadores gráficos, arquitectos, dibujantes, docentes y estudiantes de diferentes áreas. A nivel geográfico, el entusiasmo de los concursantes fue tal, que hubo algunos interesados en inscribirse de otras ciudades (dos cajas llegaron desde Puebla).

  • Al hablar de ingeniosos e industriosos, nos referimos a aquellos que prefieren y disfrutan armar, hacer con sus manos, resolver sus propias necesidades con cosas que están a su alcance, más que comprar cosas ya resueltas; es decir, que en su forma de ser privilegian la alternativa de emprender y aplicar su creatividad.

Emplazamiento

Ya que la principal determinación al generar la convocatoria fue permitir que los participantes se sintieran libres de expresar sus ideas y de construir, no establecimos restricciones respecto al tipo de materiales y de libros a utilizar, como tampoco al número de contribuciones permitidas o tipos de cajas a elaborar; el único requisito planteado fue que las cajas no superasen los 30 x 30 x 20 cm de área.

Propusimos cuatro ejes para la evaluación:

  1. Concepto. Parte de invitar a la interpretación del contenido del texto desde una perspectiva personal para proceder a crear un contenedor-extensión para la consulta, exhibición y/o disfrute del libro,
  2. Innovación de funciones. Se refiere a las funciones ideadas en la caja, diferentes del mero resguardo y contención del libro.
  3. Funcionamiento. Que los mecanismos y componentes de la caja operen adecuadamente en conjunto.
  4. Aspecto. Evaluación de la limpieza y calidad de los acabados.

La evaluación no habría sido posible sin la colaboración de las restauradoras Laura Milán Barros y Teresita Díaz Villanueva, así como del artista Ricardo Morales López. Con su experiencia, cada uno se encargó de evaluar uno o dos de los ejes propuestos, a partir de la ficha que diseñamos conjuntamente para este efecto.

De la premiación

Reconocer la labor de los participantes de la mejor manera posible fue una de las metas que nos propusimos desde el principio. Para ello, nos dimos a la tarea de buscar patrocinadores interesados en premiar a los ganadores del concurso. El proceso de identificación, diálogo y negociación con los distintos patrocinadores invitados fue una experiencia muy enriquecedora. Se extendió la invitación a más de 20 instituciones, entre empresas productoras de cajas, librerías, casas editoras y tiendas departamentales, así como con empresas vinculadas a la conservación en México.

Editorial Marco Polo y el Grupo Editorial Miguel Ángel Porrúa aceptaron la invitación a patrocinar el Concurso Caja Intérprete. Los ganadores del concurso recibieron diversos libros de las más valiosas ediciones de Miguel Ángel Porrúa, mientras que el primer lugar recibió, además, una minimesa de succión Ex-Libris por parte de Marco Polo. Estos premios se otorgaron a cambio de colocar afiches publicitarios durante la exhibición de Caja Intérprete que se realizó en noviembre de 2016.

Fue muy gratificante haber gestionado este patrocinio en el que tanto las instituciones como los ganadores resultaron beneficiados, ya que se creó un nuevo vínculo entre la ENCRYM, como institución de formación superior, y Miguel Ángel Porrúa, como grupo librero-editor. Marco Polo y la ENCRYM , por su parte, estrecharon su relación con este evento.

¿Qué logramos con este ejercicio de gestión?

Una de las experiencias más gratas fue haber convocado tanta creatividad. A pesar de provenir de orígenes y creadores tan diversos, las cajas encontraron en el concurso un nicho de diálogo en el que cada una, con sus conceptos, sus formas, sus dispositivos, sus funciones y sus materiales, fueron el soporte de una interpretación. En algunos casos, las cajas fueron tan fieles al espíritu del concurso que no fue difícil compartir con sus autores la experiencia íntima que sus cajas y su interpretación pusieron de manifiesto.

Confirmamos que la organización, la comunicación y, sobre todo, la complicidad en la búsqueda de lograr los objetivos, constituyeron las bases para disfrutar de este proceso de trabajo y superar las dificultades que se presentaron en el camino.

Otro logro fue romper la dinámica endogámica que prevalece en las actividades producidas en el seno de la ENCRyM. Desde un principio buscamos llegar a audiencias diversas y no restringirnos al ámbito de la conservación. La profesión del conservador-restaurador sigue siendo poco conocida en nuestro país; una de las razones de ello es que nosotros mismos no hemos sabido señalar con suficiencia las posibilidades que ofrece esta profesión, ni las competencias y capacidades con las que egresamos para colaborar con otros profesionales en diversos ámbitos productivos. En nosotros está hacer comprender la pertinencia y carácter estratégico de la acción del conservador. Por todo eso, haber llegado a audiencias de diversas localidades, profesiones y edades fue de gran valor para lograr notoriedad.

Para finalizar, es importante destacar que el habernos ocupado de gestionar el proceso desde la concepción de la idea del concurso —pasando por los distintos desafíos de su implementación hasta la exhibición de las cajas recibidas— nos permitió observar el funcionamiento, coherencia y pertinencia de los lineamientos del concurso, así como poner sobre la mesa aquellos aspectos que requirieron más atención, especialmente cuando fue necesario reconsiderar las decisiones tomadas y rectificar. En esa medida, el compromiso mutuo y el diálogo nos permitió hacer frente a las dificultades encontradas, lo que finalmente, nos permitió llevar a buen término esta iniciativa.

La realización de este proyecto no habría sido posible sin las valiosas aportaciones de cada uno de los concursantes, del jurado y de nuestros patrocinadores, además de las recomendaciones, apoyo y guía de nuestros profesores Luis Enríquez, Laura Milán, Germán Fraustro, Natalia Barberá y Jorge Valtierra. Reconocemos también la complicidad de la Coordinación de Difusión y las áreas Logística y de Diseño y Producción de la ENCRyM, además de la valiosa colaboración del fotógrafo Víctor Manuel Chacón.

Cien años de soledad
×

Cien años de soledad (Mención honorífica)


"Cien años de soledad" por Miguel Ortiz Mendoza. Fotografía: Victor Manuel Chacón Villar, 2016; cortesía: STOCMB.

Gabriel García Márquez, Cien años de soledad, Madrid, Alfaguara, 2007, 609 pp.

Cien años de soledad es una obra que me fascina por la riqueza de los personajes, el detalle con que están descritos los escenarios, las situaciones que se viven en Macondo y la relación que encuentro entre ellas y la forma en que las personas vivimos cotidianamente.

Esta obra de Gabriel García Márquez me hace recordar mi niñez, cuando viajaba al pueblo donde vivían mis abuelos; el largo camino para llegar a un pueblo pequeño pero lleno de colores y sonidos, donde los sabores y olores inundaban los sentidos, y donde las situaciones más sencillas a mí me parecían mágicas, tal como es descrito Macondo.

Este libro es uno de los que leo con mayor frecuencia, sin importar cuántas veces lo hice antes. En cada ocasión descubro detalles que me motivan a reflexionar sobre cómo cambian las sociedades cuando el progreso las alcanza: cambian las costumbres, las normas, pero, sobre todo, cambian las personas y, por desgracia, muchas veces el cambio trae consigo más daño que beneficio.

La caja que elaboré pretende representar una mariposa, como las que aparecían en el cielo de Macondo; es un conjunto de tres cajas que, al abrirse –como una mariposa con las alas extendidas-, muestra el libro y otros detalles que representan algunas de las imágenes que vienen a mi mente al leerlo.

Por Miguel Ortiz Mendoza

Diseño rojo
×

Diseño rojo


"Diseño rojo" por Juan Pablo León Salazar. Fotografía: Victor Manuel Chacón Villar, 2016; cortesía: STOCMB.

Xènia Viladas, Diseño rentable, diez temas a debate, Barcelona, Index Book, 2008, 224 pp.

Al igual que el libro, la caja tiene un diseño sobrio y elegante que se realizó pensando en la forma y el contenido que resguarda. Es una caja inspirada en el libro como objeto.

Por Juan Pablo León Salazar

Caja Aleph
×

Caja Aleph (Reconocimiento)


"Caja Aleph" por María de los Ángeles Villanueva Gómez y Eduardo Sabugal Torres. Fotografía: Víctor Manuel Chacón Villar, 2016; cortesía: STOCMB.

Jorge Luis Borges, El Aleph, 11ª edición, México, Alianza Editorial, [1945], 213 pp., (Biblioteca Borges).

La antología de cuentos del escritor argentino Jorge Luis Borges, reunida bajo el nombre de El Aleph, propone un universo abstracto que problematiza las nociones habituales que tenemos sobre el espacio y el tiempo. El grado de complejidad que propone la lectura interconectada de los cuentos contrasta con el tono fantástico que predomina en la mayoría de los cuentos. Realidades paralelas, infinitud y totalidad son solo algunos de los conceptos que imperan en la diégesis borgeana, y que hacen que el lector se sumerja en meditaciones filosóficas a partir de objetos cotidianos (como una moneda, por ejemplo) o acontecimientos aparentemente anodinos pero preñados de una realidad que nos trasciende o sobrepasa.

La lectura de estos cuentos provoca que uno se conecte con muchos espacios y geografías mentales que dan la sensación de estar descubriendo un secreto o de estar asistiendo a la develación de un secreto ancestral, custodiado acaso por una secta desaparecida. La intertextualidad implicada en la recepción de estos cuentos hace que el libro en sí aparezca ante nuestros ojos como el fragmento de una vasta biblioteca.

La caja propuesta aquí para resguardar el libro aparece desgastada y erosionada por el tiempo, dándole una cualidad de reliquia (como si viniera de un lejano 1929). Asimismo, se propone un juego óptico a través de una mirilla y un falso fondo en donde está escondida una esfera de cristal, no solo para recrear la portada del libro de Borges editado por Alianza de Bolsillo, sino para transmitir la sensación que experimentó el personaje del Aleph al descender al viejo sótano de aquella calle Garay en donde incómodamente, en uno de los escalones, logró ver, en un instante mágico y fugaz, la totalidad de la realidad contenida en esa esfera fantástica.

Por María de los Ángeles Villanueva Gómez y Eduardo Sabugal Torres

El libro y la imprenta
×

El libro y la imprenta


"El libro y la imprenta" por Ana Carol Ortiz Nieto. Fotografía: Víctor Manuel Chacón Villar, 2016; cortesía: STOCMB.

Francisco Beltrán Torres, El libro y la imprenta, Madrid, MAXTOR, 2009, 448 pp.

El libro y la imprenta posee un compendio curioso y personal del autor sobre lo que es el libro en cuanto a inspiración, arte y oficio; un libro sobre libros. Hace algunos años encontré este facsímil en una “paca de libros”, en la época en que egresaba de la carrera y empezaba a aprender el oficio de la encuadernación. Desde la primera hojeada entre líneas, me cautivó. Soy artista visual y encuadernadora artesanal, y las artes gráficas a las que me dedico están constantemente vinculadas hacia al libro. Considero a esta edición que elegí para la caja intérprete una suerte de “biblia librística”.

Para su materialización utilicé una cubierta de piel, caracterizando uno de los materiales más clásicos en la encuadernación. La bandeja de madera representa las herramientas básicas para la elaboración de libros (prensas principalmente); las ilustraciones de prensas y libros impresas en serigrafía, así como el título impreso a base de calor con película dorada, representando a las artes gráficas e imprenta, constituyen los elementos más representativos de mi trabajo individual, y este libro me inspiró a materializarlos en una caja.

Por Ana Carol Ortiz Nieto

Ventana al spleen
×

Ventana al spleen (Tercer lugar)



"Ventana al spleen" por Víctor Hugo Lemus Anguiano. Fotografía: Víctor Manuel Chacón Villar, 2016; cortesía: STOCMB.

Charles Baudelaire, El spleen de Paris, Madrid, Club internacional del libro, 2000, 192 pp.

La palabra spleen puede tener diversos significados; para la elaboración de esta obra, sin embargo, se retomó la idea que al respecto plantea Reinaldo Spitaletta:

El spleen, de cierto modo, es un mecanismo de defensa. Mediante él puede uno exteriorizar disgustos y desacuerdos y, aunque parezca imposible, realizar apologías. Es normal e imprescindible que haya algo de tedio en el amor, en las relaciones sentimentales. Así se obliga uno a buscar alternativas, otras posibilidades, lenguajes distintos. Cuando se entra en estado de aburrimiento es porque se torna imperioso el hallazgo (la construcción) de otros caminos. El spleen nos llama al sacudimiento, nos induce a pensar en distintas maneras de salir de él.

Baudelarie, por medio de esta obra literaria, nos invita a trascender el spleen, ayudándonos a potencializar nuestra creatividad. Estos textos escritos a manera de prosa nos muestran parte del París donde los ciudadanos viven en las sombras, aburridos de sus trabajos, de su vida, sin alternativas para pensar y vivir.

Los personajes inmersos en este libro no son específicos como tampoco lo son las escenas o los espacios; sin embargo, estos elementos se asumen como totalidad (como en la portada de la caja).

La división mencionada por el autor es representada por la imagen que se forma cuando la caja se convierte en atril: este grabado se conforma como unidad cuando las partes conforman un todo.

La ventana que aparece al abrir el contenedor representa lo que el autor menciona en su texto: “no hay nada más profundo, más misterioso, más fecundo, más tenebroso, más deslumbrador que una ventana iluminada por una vela”. Esta vela es el libro mismo.

La metamorfosis que ofrece Baudelaire en su texto fue resignificada por medio de esta caja-intérprete, a través de su doble funcionalidad y de los colores, materiales e imágenes que constituyen a la obra.

Por Víctor Hugo Lemus Anguiano

Fábulas de Fedro
×

Fábulas de Fedro


"Fábulas de Fedro" por José Luis Galván Madrid y Juan Pablo León Salazar. Fotografía: Víctor Manuel Chacón Villar, 2016; cortesía: STOCMB.

Fábulas de Phedro, liberto de Augusto, ed. Mariano Arévalo, trad. Rodrigo de Oviedo, México, 1830, 392 pp.

Una fábula es un relato corto, en prosa o verso, que pretende enseñar o señalar mediante una moraleja. En ella intervienen animales, personas o seres míticos.

A través de la historia, múltiples poetas han cultivado este género. Destacan Jacobo y Guillermo Grimm, Tomás de Iriarte, Esopo, José Rojas Moreno y Cayo Julio Fedro.

Esopo, esclavo liberto griego, es el primer autor de fábulas que han trascendido 2560 años antes de la actualidad. Él conformó su estructura, dio vida a personajes, sentó las bases de la métrica empleada durante milenios y logró que sus obras fueran leídas por reyes, letrados y el vulgo. A través de la historia, se han llevado a cabo numerosas recopilaciones, ediciones, interpretaciones y adaptaciones de su obra.

Cayo Julio Fedro, también esclavo y también liberto, publicó en latín una recopilación de las fábulas de Esopo, dándolas a conocer en la Roma clásica. El latín constituye el idioma vinculante por excelencia; hasta finales del siglo XIX fue la lengua de la diplomacia, de la ciencia, del derecho y, hasta 1964, de la religión católica. Era entonces importante su dominio: se enseñaba y se escribía latín. Así, grandes obras de la literatura latina han servido como apoyo y enseñanza de esta lengua.

Las Fábulas de Fedro, un pequeño libro editado por Mariano Arévalo en la imprenta de Galván en 1830, y traducido del latín al castellano por don Rodrigo de Oviedo, presenta los versos en latín y español para su uso didáctico.

La encuadernación tiene por objetivo proteger la obra, agregarle valor y facilitar su lectura. La caja de protección debe ser considerada complemento de la encuadernación.

El conjunto de elementos literarios, históricos y académicos que la obra representa, justifica per se la elaboración de una caja de protección que la conserve e invite a su lectura.

Por José Luis Galván Madrid y Juan Pablo León Salazar

Caja Hexagrama
×

Caja Hexagrama (Mención honorífica)


"Caja Hexagrama" por María de los Ángeles Villanueva Gómez y Eduardo Sabugal Torres. Fotografía: Víctor Manuel Chacón Villar, 2016; cortesía: STOCMB.

Salvador Elizondo, Farabeuf o la crónica de un instante, México, Cátedra, 1965, 256 pp.

Farabeuf, novela del escritor mexicano Salvador Elizondo, publicada en 1965, constituye una fiesta fundamental en la historia de la literatura nacional contemporánea. En ella, la experimentación lingüística propuesta por el autor linda con la reflexión filosófica sobre el erotismo, la tortura y la memoria.

Al leer el libro se tiene la impresión de estar internándose en una intimidad siniestra y lasciva al mismo tiempo. No solo las teorías del erotismo propuestas por Georges Bataille, sino la referencia al libro del I Ching hacen que las escenas construidas por Elizondo cobren una dimensión erudita e intertextual.

El color rojo y negro de esta caja pretende sintetizar la relación entre la muerte y el erotismo. En la idea de pequeña muerte o petit mort se realiza el encuentro entre Eros y Tanatos, que en esta caja aparece representada mediante el violento contraste generado al tener en las manos una cajita tipo alhajero o neceser (con espejo incluido), y una serie de fotogramas del chino terriblemente torturado que utilizó Elizondo como uno de los detonantes para escribir la novela, y que será necesario desplegar a partir del capítulo 7, como se indica en ese compartimento.

Asimismo, la caja cuenta con una fuerte presencia del I Ching, no solo con el relieve de la tapa que incluye el hexagrama 43, llamado kuai (arrojo o resolución), sino debajo del falso fondo, donde se halla un compartimento con tres monedas chinas, y otro con el tablero y los 64 hexagramas, para que el lector pueda consultar el I Ching mediante el conocido método de tirar seis veces aquellas monedas y dibujar un hexagrama. Finalmente, la performatividad de la caja propone un juego óptico con el espejo y la cubierta del libro para leer aquella pregunta tabú tantas veces repetida en la novela: “¿Recuerdas?

Por María de los Ángeles Villanueva Gómez y Eduardo Sabugal Torres

Himmlische und irdische
×

Himmlische und irdische


“Himmlische und irdische” por Betsie Rodríguez. Fotografía: Víctor Manuel Chacón Villar, 2016; cortesía: STOCMB.

Salvador Elizondo, Farabeuf o la crónica de un instante, 7ª edición, México, Fondo de Cultura Económica, 2009, 183 pp.

Por Betsie Rodriguez

Frankenstein
×

Frankenstein



"Frankenstein" por Valentina Yáñez Lagner. Fotografía: Víctor Manuel Chacón Villar, 2016; cortesía: STOCMB.

Mary Shelley, Frankenstein, Madrid, Austral – Espasa, 2015, 183 pp.

¡Creador insensible y despiadado…! Me otorgaste sensaciones y pasiones, y luego me arrojaste al mundo para desprecio y horror de la humanidad.

Frankenstein, obra escrita por Mary Shelley, en el año 1816, a partir de una proposición de Lord Byron para crear una historia de terror, narra los sucesos del doctor Frankenstein y su obsesión por reanimar la materia muerta, obsesión que lo lleva a crear una criatura monstruosa que lo atormentará hasta el fin de sus días.

Escogí este libro debido al trasfondo de significados que contiene en su narrativa. El primer punto es la idea de creación y de cómo el creador genera una serie de estudios para alcanzar la perfección de aquello que está creando. La necesidad del doctor Víctor Frankenstein de crear algo a partir de la materia muerta y su obsesión por recoger cada detalle que lo lleve a entender la conformación de las cosas, en este caso, la mortalidad del hombre y del funcionamiento del cuerpo humano que finalmente es perecedero. Sin embargo, una vez creada la criatura y reanimada, los papeles cambian. El concepto que él tiene de su creación es imperfección y horror; no es humano, pero tampoco se aleja mucho de él.

Por otro lado, está la criatura y su interacción con todo aquello que lo rodea; empieza a experimentar sensaciones que todos los humanos hemos sentido: hambre, frío, calor, miedo, odio, soledad, ira y, la que lo mueve más que todas las anteriores, venganza.

La caja que desarrollé muestra estas dos etapas del libro. Para la primera etapa, la forma de la caja, representa el momento en que Víctor Frankenstein construye su creación; la construcción de la forma que contendrá la vida de la creación, la caja representa al doctor. Para la segunda etapa, el interior de la caja y el libro representan a la criatura, creada a semejanza de un hombre pero con características diferentes y mejoradas, que en su conjunto resultan en una criatura monstruosa que piensa, siente y sufre como todos los seres.

Por último, el significado de los corazones humanos que se encuentran en las tapas de la caja y en su interior se relacionan con lo siguiente: la intención del doctor era reanimar un objeto después de su muerte y, por tanto, la necesidad de obtener partes humanas por separado. Al momento de darles vida, dejan de ser elementos individuales y comienzan a ser un solo individuo, creado de secciones inertes de otros, que en conjunto le otorgan a la criatura sensaciones.

Por Valentina Yañez Lagner

Caja exhibidor: leyendo contigo
×

Caja exhibidor: leyendo contigo (Segundo lugar)


"Caja exhibidor: leyendo contigo" por Ana Luisa Rinconcillo Franco. Fotografía: Víctor Manuel Chacón Villar, 2016; cortesía: STOCMB.

Nathalie Dieterlé, Iyoké y el terrible Nia, trad. Violante Krahe Bloyard, Madrid, Edelvives, 2012, 12 pp.

Iyoké y el terrible Nia es un libro pop-up que te invita a jugar con él para descubrir los secretos que tiene guardado. La caja exhibidor tiene el mismo propósito: a pesar de que su función vital es resguardar y proteger el libro, también te invita a interactuar con ella y está diseñada para que el libro pueda exhibirse y disfrutarse sin salir de ella.

Por Ana Luisa Rinconcillo Franco

La columna de hierro
×

La columna de hierro


"La columna de hierro" por Claudia Carolina Castillo Arellano. Fotografía: Víctor Manuel Chacón Villar, 2016; cortesía: STOCMB.

Taylor Caldwell, La columna de hierro, Madrid, Maeva Ediciones – Editorial Océano, 2012, 837 pp.

Marco Tulio Cicerón fue uno de los más famosos juristas y filósofos romanos que vivió en el primer siglo antes de Cristo. La autora relata la vida de Cicerón desde su niñez, mostrándonos a un hombre observador y analítico que examinaba la relación entre los hombres, su comportamiento y motivaciones.

Roma fue un gran imperio; con su ejército dominó inmensos territorios de Europa, Asia y África; asimismo, legó grandes aportaciones a las artes y fue modelo de organización política y legislativa.

Cicerón dominaba las leyes escritas y también los secretos de cómo aplicar aquellas que no lo están. Su rasgo más distintivo fue ser incorruptible y cuestionar si las leyes y su ejercicio eran justos.

Como se explica en el capítulo 61, Cicerón fue llamado “columna de hierro” por uno de sus amigos, quien le reconocía la virtud de ser un hombre justo y señalaba: “mucho después de que el pulido mármol se haya hecho pedazos, el hierro de la justicia permanece y aún sostiene el techo sobre la cabeza del hombre. Sin los que son como tú, querido Marco, lo demuestra la Historia, las naciones morirían y dejaría de haber hombres”.

Personalmente, considero que la corrupción es el más grave problema de las sociedades actuales; por desgracia, aunque las leyes originalmente sean buenas, terminan distorsionadas en su aplicación cotidiana. Combatir la corrupción debería ser nuestro reto. Todos debemos esforzarnos por ser columnas de hierro para sostener la justicia con nuestros actos.

La caja que presento tiene el propósito de conservar y exhibir el libro. Para ello utilicé como color principal el dorado, porque lo asocio con el poderío del Imperio romano, mientras que los demás elementos decorativos son sencillos porque Cicerón era también un hombre sencillo.

Esta caja está provista con un mecanismo que permite levantar el libro para facilitar su exhibición y extracción, por lo que es necesario atender los pasos siguientes:

Para elevar el libro:

  1. Jale hacia arriba el listón superior.
  2. Jale hacia afuera el listón inferior y sujételo al poste central por la perforación. El libro permanecerá elevado en el borde superior.

Para regresar el libro a la posición horizontal:

  1. Jale hacia arriba el listón superior.
  2. Saque el listón inferior del poste y suéltelo, con esto regresará a su posición original.

Por Claudia Carolina Castillo Arellano

El infierno de Dante
×

El infierno de Dante


"El infierno de Dante" por Berenice Hernández Rochin. Fotografía: Víctor Manuel Chacón Villar, 2016; cortesía: STOCMB.

Dante Alighieri, La Divina Comedia, Barcelona, Sol, 2002, 407 pp.

La Divina Comedia es un libro fantástico y repleto de contenidos surrealistas que nos transporta a escenarios que no caben en nuestra imaginación. En el texto se narran todas las condenas del purgatorio, se vislumbra la profundidad del Infierno, y especialmente, se describe la gloria del Paraíso.

Es una historia que introduce al lector en un universo misterioso donde, por medio de conceptos religiosos y filosóficos, el autor nos lleva de la mano de manera muy particular, a través del recorrido por el camino de las almas, y por medio de poemas y metáforas se hacen notar críticas y confrontaciones a posturas incoherentes del ser humano.

La atmósfera de esta lectura nos adentra en los escenarios a tal punto que podemos percibir la temperatura, el dolor y la angustia de cada pobre alma, entre cada nivel. Por lo tanto, en esta odisea, a medida que transcurre la historia y se adentra a los niveles más profundos de este universo, el drama se convierte en una incertidumbre que vale la pena transitar.

Es un libro que me encantó desde la primera vez que lo tuve en las manos; su contenido te atrapa hasta el fin, y permite imaginar escenas maravillosamente bellas y temibles. Esta caja no es solo un ejemplo de los muchos pasajes y símbolos que marca la historia; es, además, una invitación al lector para que viaje en esta aventura. En este caso, prescindí de los colores para no predisponer a nadie con ideas o escenarios, y permitir que la imaginación de cada quien haga su parte. Puede ser vista a luz natural o como caja de luz para reflejar el motivo de la tapa.

Por Berenice Hernández Rochin

Cielo y Purgatorio
×

Cielo y Purgatorio


"Cielo y Purgatorio" por Angélica Millán Suárez. Fotografía: Víctor Manuel Chacón Villar, 2016; cortesía: STOCMB.

Dante Alighieri, La Divina Comedia, 100 ilustraciones de Gustavo Doré, Madrid, EDIMAT Libros, 2000, 209 pp.

La caja está elaborada en su totalidad con materiales reciclados como cartulina, ilustración, sobrantes de papeles de todo tipo y plumas de colores. Se empleó la técnica de pop-up para representar el recorrido que realiza Dante a través del purgatorio, el cielo y el paraíso, que el usuario podrá comprender conforme vaya leyendo esta comedia.

El purgatorio está representado en forma de montaña. En esta sección se colocó un separador que puede emplear el lector, así como un cuadernillo donde puede hacer anotaciones. El cielo se representa con una parte de la Vía Láctea, y en la cima, el paraíso.

Todos los elementos son plegables y al estar adosados a la caja, permiten que el lector haga uso de ellos en el momento que lo decida, o pueda acceder únicamente al libro.

Por Angélica Millán Suárez

La casa de un libro
×

La casa de un libro


"La casa de un libro" por Juan Pablo León Salazar. Fotografía: Víctor Manuel Chacón Villar, 2016; cortesía: STOCMB.

Xavier Deneux, Los tres cerditos, 2ª edición, Barcelona, Combel Editorial, 2015 16 pp.

Los tres cerditos es un clásico infantil del que todos tenemos que aprender, leer y disfrutar. Así como los tres cerditos, todos los libros merecen tener una casa, ya sea una biblioteca, un librero, un estante o un atril, y la mejor manera de resguardarlos es teniendo su propio hogar; en este caso: una caja que le brinde protección.

Por Juan Pablo León Salazar

ELARTEESSOLOUNAEXCUSA
×

ELARTEESSOLOUNAEXCUSA


"ELARTEESSOLOUNAEXCUSA" por Jenny Granado y Fernanda Barreta. Fotografía: Víctor Manuel Chacón Villar, 2016; cortesía: STOCMB.

Guillermo Arriaga, et. al, Manchúria Visión Periférica, México, Editorial RM - Diamantina, 2008, 319 pp.

Por Jenny Granado y Fernanda Barreta

Maleza plástica
×

Maleza plástica


"Maleza plástica" por Frida Alfonsina Escobar Santiago. Fotografía: Víctor Manuel Chacón Villar, 2016; cortesía: STOCMB.

Edgar Allan Poe, Narraciones Extraordinarias, México, Editorial Porrúa, 1984, 323 pp.

El oscuro pero poético mundo de Edgar Allan Poe es siempre representado con telarañas, gatos negros y demás. Coloqué el libro dentro de bolsas de plástico tejidas, pues el material es abundante y las obras que he elaborado han sido a partir de este. Tejí una pequeña red para simular la telaraña y todo lo tejido como parte de la riqueza material. La caja se desliza para dar paso al libro. Es como descubrir lo que hay detrás de toda esa maleza de plástico; al final, quedará el conocimiento representado en el libro. La parte posterior de la caja tiene dos botones donde se puede enganchar la red para que no estorbe. Puede exhibirse con la red extendida como parte del atractivo visual.

Por Frida Alfonsina Escobar Santiago

Y DESPUÉS
×

Y DESPUÉS (Primer lugar)



"Y DESPUÉS" por María Aurora del Rosal Gómez. Fotografía: Víctor Manuel Chacón Villar, 2016; cortesía: STOCMB.

Federico García Lorca, Poemas del cante Jondo / Canciones, Barcelona, RBA Editores, 1998, 174 pp.

No quise alterar la encuadernación original, ya que posee su encanto y está bien conservada. En cuanto a la forma, desarrollé un concepto ampliado de caja de boca, al agregar una cartera que le brindara mayor protección y sirviera como soporte para expresar lo que el contenido del libro me produce a nivel emocional.

Los colores en ocre y amarillo son usados como metáfora del desierto, de la tierra yerma y desolada descrita en sus poemas, tanto en la descripción de paisajes como de estados del alma; el color rojo hace referencia a la sangre, y el negro, a la soledad y al drama. En él se abre un espacio de luz en referencia a esos extremos entre vida y muerte contenidos en su poesía. En ella –la poesía-, siempre hay algo de contundente y por eso las líneas de la caja son rectas, simples.

La decoración está realizada con la técnica de mosaico en piel, mezclando diferentes tipos. Con ella se busca plasmar el cúmulo de emociones que la poesía de Lorca produce, pero de una manera semi abstracta. Intentan estar presentes temas y objetos recurrentes en su escritura, como la soledad, la muerte, el amor, la noche, la luna, la sangre, el llanto, la naturaleza, el tiempo y los tres ríos que se hayan en la zona de la tierra natal de Lorca: el Guadalquivir, el Darro y el Genil, y a los cuales se refiere en el poema que abre el libro: Baladilla de los tres ríos.

La imagen de la luna está inspirada en el dibujo de Lorca que aparece en las guardas del libro, como un homenaje a su faceta de artista plástico.

Por María Aurora del Rosal Gómez

El friso de la vida
×

El friso de la vida


"El friso de la vida" por Martha Patricia Alcántar Yáñez. Fotografía: Víctor Manuel Chacón Villar, 2016; cortesía: STOCMB.

Edvard Munch, El friso de la vida, Madrid, Nórdica Libros, 2015, 188 pp.

El libro que elegí para ser contenido por la caja es El friso de la vida, obra que recopila una serie de textos del artista Edvard Munch, donde reflexiona sobre el arte y la vida, entre otros temas, y que se ilustra con su misma obra. Para mí, esto es importante ya que más allá de la obra de Munch, puedo acercarme a su forma de pensar y a aquello que lo inspiraba en su forma de pintar, así como al por qué y para qué de su obra, y a su punto de vista acerca del arte.

La caja es de MDF. Pinté sobre su cubierta una obra de Edvard Much con óleo, para invitar al observador a adentrarse en la creación de este artista, más allá de su reconocida obra El Grito. Elegí esta obra que transmite incertidumbre y tal vez desesperación, pero a la vez un poco de calma, por la expresión de la mujer y por el uso de los colores.

En el interior de la caja, en el revés de su tapa, coloqué una frase donde el artista reflexiona sobre la manera de apreciar el arte, lo cual depende de diferentes factores; a un costado de la frase, está un espejo que hace alusión a esta reflexión, donde nos podemos mirar y, al igual que el arte, percibirnos de diferente manera, según nuestro estado de ánimo.

Por Martha Patricia Alcántar Yáñez

Secretos criptograbados
×

Secretos criptograbados


“Secretos criptograbados” por María Concepción Aguirre de Samaniego y Omar Solís Román. Fotografía: Víctor Manuel Chacón Villar, 2016; cortesía: STOCMB.

Dorling Kindersley, Signos y símbolos. Guía ilustrada de su origen y significado, DK, 2013, 352 pp.

Este libro intenta revelar algunos de los enigmas que se encuentran dentro de símbolos, imágenes y otras cosas, a lo largo de la historia del ser humano. Para poder comprender cada uno, siempre existe una interpretación de las personas que los fundamentaron, de los escritos donde se guardaron estos secretos y en el cómo los percibimos y nos relacionamos con ellos en la actualidad. Guardan aún el misticismo que se les otorgó en el momento que se crearon, producto de la imaginación y aseveración del hombre sobre enigmas infinitesimales como la vida, la muerte, el cosmos, etcétera.

La caja es una forma de guardar y preservar el contenido del libro, sirviendo como un guardián no solo de lo material, sino de lo inmaterial que contiene. Incluye inscripciones y formas que ayudan a preservar el misticismo que se encuentra resguardado, así como a resaltar la importancia de su conocimiento.

Pero no solo sirve como protección al libro, también permite mayor comodidad en su manejo, además de ofrecer un apartado para guardar notas, dibujos o algún papel que ayude al lector a involucrarse con el libro sin perder los conocimientos que le parezcan interesantes, volviendo esta relación más íntima entre el poseedor y el objeto.

Por María Concepción Aguirre de Samaniego y Omar Solís Román

Convocatoria
×

Convocatoria

 

 


Como citar esta colaboración:
Apellido, nombre (año), “Título del artículo”, en Archivo Churubusco, año 1, número 2, disponible en -dirección en internet-, consultado -día, mes, año-.



Botón