Para revertir este panorama, en 1987, durante el periodo presidencial de Miguel de la Madrid y siendo Director General del INAH el historiador Enrique Florescano, Jaime Cama implementa en la ENCRyM como estrategia, Coordinaciones Académicas para atender la demanda de especialistas formados académicamente en la atención del patrimonio cultural mexicano que el país estaba requiriendo. Da un nuevo perfil a la Licenciatura y a la Carrera Técnica en Conservación y Restauración de Bienes Culturales Muebles, a cargo del restaurador Roberto Ramírez Vega; hace lo mismo con el programa de la Maestría en Conservación Arquitectónica de Bienes Inmuebles, a cargo del arqueólogo Eduardo Gamboa y posteriormente del arquitecto Salvador Díaz-Berrio, y con los cursos de Museografía, nivel curso técnico, a cargo de Rodrigo Witker Barra, comunicólogo.
La apuesta era amplia y compleja. El proyecto educativo que se diseñó para el área de museografía intentaba atender a diversas demandas formativas.
Los objetivos se basaban en la idea de que el museógrafo es el gestor que conduce los procesos y la museografía, y por lo tanto, los procedimientos, las técnicas, las herramientas y los materiales que emplea para desarrollar las exposiciones. Entender al museo a partir de las exposiciones. Esto era la museografía aplicada.
Rodrigo Witker B. (1960-). Comunicólogo, museógrafo.
Salvador Díaz-Berrio (1940-2013). Doctor en arquitectura.
Otro aspecto fundamental fue la práctica, que se desarrollaba a partir de un caso real identificado en la realidad mexicana.
La propuesta contenía tres estrategias:
- Curso de Museografía Aplicada para museos del Distrito Federal y Zona Metropolitana.
- Cursos de Capacitación Museográfica en Provincia para la demanda nacional.
- Cursos Interamericanos de Capacitación Museográfica para especialistas extranjeros.
El Curso de Museografía Aplicada. 1987-1994
La primera estrategia se centraba en la idea de que la museografía es la puerta de entrada y es el eje sobre el que giran las otras actividades del museo. Estaba compuesta por tres módulos cuatrimestrales: 1) Introducción al museo, 2) Los contenidos del museo y 3) Práctica museográfica, que comprendían 1,100 horas de clases y 21 materias de las cuales ocho eran teóricas y trece prácticas. Establecía además, como requisito de ingreso, dos exámenes, uno de cultura general y otro de habilidades manuales y conocimientos técnicos, y una carga académica de medio tiempo, cinco días a la semana de 4 a 9 pm, así como la realización de cien horas de servicio social en algún museo.
Folletos promocionales del Curso de Museografía Aplicada de 1987, 1992 y 1994.
Los objetivos de este curso eran que el alumno al finalizar el curso fuera capaz de elaborar y ejecutar un proyecto museográfico que incluyera: la planeación (investigación, colección, tiempos, guión científico, clima y humedad); el diseño (guión museográfico, circulación, iluminación, mobiliario y gráficos); la producción (elaboración y construcción de elementos museográficos); y el montaje (general y especializado), a través de diversos talleres como carpintería, serigrafía, fotografía, etcétera.
Para llevar a cabo estos cursos se invitó a destacados profesionistas del medio, lo que dio como resultado una vasta y enriquecedora mezcla de experiencias y nuevas proyecciones. En la lista de profesores se encontraban: Iker Larrauri, Felipe Lacouture, Yani Herreman, Alfonso Soto Soria, Miguel A. Madrid, Miguel Ángel Fernández, Luis Gerardo Morales, Eri Cámara, Graciela Schmilchuk, Ofelia Martínez, Alejandro Aguilar, Carlos Vázquez Olvera, Tere Mora Vázquez, Idalia Mendoza, Frida Gorbach, Teresa Margolles, Marco Barrera B., Salvador Díaz-Berrio, Roberto Cuétara, Ángel Cabrera V., Sergio A. Montero, Luis Torres M., Miguel Ángel Corona, Víctor Palacio Pastrana, Rubén Rocha, Sergio Sánchez y María del Carmen León G., entre otros.
Teresa Mora. Antropóloga CIESAS-INAH.
Victor M. Palacio. Ingeniero en iluminación museográfica.
Teresa Margolles. Artista, fotógrafa.
El programa de estudios consideraba como parte esencial de la formación académica la práctica museográfica. Para su diseño se identificaba un problema que acontecía precisamente en la realidad museológica nacional y, a partir de ello, se diseñaban los contenidos de las materias y los contenidos de los cursos que giraban en torno a él. Los alumnos debían participar de principio a fin. De esta manera se complementaba y corregía lo aprendido en clases.
Esquema conceptual con el que se aborda la formación museográfica.
- En 1987-1988 los alumnos participan en el montaje del Museo del Templo Mayor,10 y en la Zona Arqueológica de Cacaxtla, en Tlaxcala.
- En 1988-1989 se participa en el diseño de la gráfica del Museo Nacional del Virreinato, Estado de México.
- En 1990-1992 en el Museo de Sitio del Ex Convento de Acolman, Estado de México, y en montajes y mantenimiento a museos comunitarios de Oaxaca. El total de alumnos atendidos fue de 127, de los cuales siete fueron extranjeros.
Cursos de Capacitación Museográfica en Provincia. 1990-1994
La siguiente estrategia era todavía más ambiciosa; se basaba en hacer comprender que la museografía es parte esencial de la vida del museo, como también lo son la comunicación y la educación, la museología, la investigación, la documentación y la conservación de los bienes culturales. Estaba dirigido fundamentalmente al personal de los museos de cada región. Tenía una duración de 180 horas, comprendidas en seis semanas, medio tiempo.
Al ser la museografía el eje sobre el que giraban estos cursos, las materias se diseñaban según las condiciones que determinaban el problema real que se debía resolver a partir de las exposiciones museográficas. Se tenía que desarrollar una exposición como proceso. Para ello los alumnos debían planear, investigar, producir y montar la exposición final, asesorados por sus profesores.
Se logró trabajar con colecciones de los propios museos. El personal docente de base que desarrolló el proyecto estaba compuesto por: Felipe Lacouture, Graciela Schmilchuk, Teresa Mora, Luis Torres, Rodrigo Witker y Ángel Cabrera. Además se experimentó con la formación de docentes. Muchos de los alumnos egresados de los Cursos de Museografía Aplicada apoyaron en el proceso, sobre todo en la fase de montaje museográfico.
Se utilizaron estrategias complementarias como el volumen: Antología. Primer curso de capacitación museográfica, con más de veinticinco artículos para consulta y posterior uso en el trabajo museográfico.
Primer Curso de Capacitación Museográfica
En 1990 se lleva a cabo por primera vez en Oaxaca. Se capacita al personal de museos comunitarios, museos del gobierno del estado, del INBA, del INAH, en total 31 alumnos. Gracias a las gestiones de Cuauhtémoc Camarena y Teresa Morales se realiza la exposición temporal: Mascaras: magia y religión en madera, en la sala de exposiciones temporales del Museo Regional de Oaxaca.
Folleto promocional del Primer Curso.
Felipe Lacouture impartiendo la materia de Museología.
Antología de textos básicos de museología y museografía, México, 1990.
Montaje de la exposición temporal: Máscaras, magia y religión en madera en el Museo Regional de Oaxaca.
Segundo Curso de Capacitación Museográfica
Se realiza en Villahermosa, Tabasco, en 1991. Se trabaja con 30 alumnos de museos del estado y se lleva a cabo la exposición temporal Navegantes del pasado, con colecciones del Museo Regional gracias a las gestiones de César Javier Quero.
Cartel promocional del Segundo Curso.
Ángel Cabrera V. impartiendo la materia de producción y montaje museográfico, en el Segundo Curso, 1991.
Antología de textos básicos de museología y museografía para el Segundo curso.
Inauguración de la exposición temporal: Navegantes del pasado en la Biblioteca Pública de Villahermosa. Julio César Javier Quero y Rodrigo Witker.
Tercer Curso de Capacitación Museográfica
El curso se llevó a cabo en Veracruz en 1992. Participan trabajadores de museos del estado y estudiantes universitarios, en total 35. Se trabaja en conjunto con el Centro INAH-Veracruz. El proyecto final fue la exposición temporal en las salas del fuerte de San Juan de Ulúa.
Cartel promocional.
Acto inaugural: Jaime Cama, Felipe Lacouture y Rodrigo Witker.
Antología de textos básico de museología y museografía para el Tercer Curso.
Procesos de producción y montaje de exposición temporal.
Cuarto y quinto Cursos de Capacitación Museográfica. En 1993 se realiza en Ciudad Juárez, Chihuahua, con la exposición Temporal Paquimé: magia en barro en el Museo Histórico, ex aduana del INAH. Y en 1994 en el Estado de México, enfocado al personal de museos, que hacen su práctica en el Ex Convento de Acolman.
En total con este programa se logró capacitar y actualizar a 143 alumnos.
Antología de textos básicos de museología y museografía para los Cursos de Ciudad Juárez, Chih. 1994 y Estado de México, 1995.
El Curso Interamericano de Capacitación Museográfica. 1990-1992
La tercera estrategia se implementa desde 1990. Después de haber firmado un convenio entre el INAH-ENCRyM y la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, que becaban a los participantes, se desarrolla el Curso Interamericano de Capacitación Museográfica. Se trabaja con un promedio de 25 alumnos cada año. Estaba centrado en alumnos del Caribe y Centroamérica: Guatemala, Nicaragua, Costa Rica, Puerto Rico, Belice, El Salvador y República Dominicana. Los objetivos eran que el alumno conociera los principios básicos, la metodología y los criterios generales de aplicación de las disciplinas que convergen y hacen funcionar y desarrollarse a un museo, considerando como prioritario el futuro trabajo de conservación, investigación y difusión del patrimonio cultural de cada nación.
Folleto promocional del Primer Curso, 1990.
Antología de textos para el Primer Curso.
Folleto promocional del segundo curso, 1991.
Antología para el Segundo Curso, 1991.
Antología para el Tercer Curso, 1992.
El plan de estudios contemplaba trece materias de las cuales siete eran prácticas: Espacio arquitectónico, Diseño gráfico, Diseño de mobiliario, Museografía, Montaje museográfico y Mantenimiento museográfico. Las materias teóricas incluían: Museología, Comunicación, Investigación y documentación, Conservación preventiva y Guionismo. La duración era de 428 horas, de tiempo completo, en un periodo de dos meses y medio.
Los docentes fueron: Alejandro Aguilar, Marco Barrera, Gilda Cárdenas, Ángel Cabrera, Fernando Félix, María del Carmen León García, Abner Gutiérrez, Concepción García, Felipe Lacouture, Leonardo Meraz, Teresa Mora, Víctor Palacio, Federico Rivera, Miguel Ángel Silva, Luis Torres, Fernando Torres y Rodrigo Witker.
Producción y montaje de la exposición temporal: La Virgen María en Acolman, realizado en la sala de profundis por los alumnos.
El laboratorio museográfico de Acolman: el más completo modelo de enseñanza, 1990-1992
Otra estrategia implementada en este periodo se desarrolló con lo que a la postre fue el punto máximo en la formación profesional de museógrafos con el esquema de la museografía aplicada. Se trató del proyecto realizado por la ENCRyM para rescatar el Ex Convento de San Agustín de Acolman, en el Estado de México, y convertirlo en un laboratorio de experimentación profesional para los alumnos de todas las carreras de la escuela. La idea era complementar de manera rotunda el proceso formativo de los especialistas en el manejo del patrimonio cultural, interviniendo directamente en un espacio y con colecciones reales. Se consideraba el trabajo interdisciplinario como básico y fundamental.
Antecedentes
Durante la gestión de Roberto García Moll se nombra a Jaime Cama Villafranca como coordinador del proyecto de restauración del ex Convento de Acolman. La intención era incluir en sus instalaciones un restaurante de época con el fin de darle un uso principalmente turístico al inmueble una vez restaurado. Jaime Cama Villafranca insiste en la propuesta de convertir sus espacios en talleres, aulas y salas expositivas para que la ENCRyM se convirtiera en la primera dependencia del INAH en ofrecer esta complementariedad de “laboratorio”11 a los inmuebles restaurados.
Roberto García Moll (1943-2015). Historiador. Director del INAH de 1989-1992.
Jaime Cama Villafranca. España (1933-). Restaurador. Director de la ENCRyM de 1983-1992.
Inmueble
En 1539 la Orden de San Agustín comienza a construir su complejo arquitectónico en el que destaca la fachada, considerada por los especialistas como una de las joyas del plateresco en América. De los pocos conventos que disponía de capilla abierta y que desde 1933 tenía declaratoria de Monumento Nacional.
Se caracteriza por su pintura mural, que es de las más tempranas en ejecutarse en América.
Planta baja del ex Convento:
1 Iglesia
2 Refectorio y anterrefectorio, salas expositivas propuestas para realizar la práctica museográfica diseñando el Museo de Acolman.
El inmueble llegó a presentar graves daños en su estructura.
Sala Refectorio. Una vez comenzados los trabajos de rescate, cambio de pisos.
El proyecto académico abarcaba también la infraestructura con el fin de dotarlo de lo necesario para impartir docencia incluyendo la opción de pernoctar en el Ex Convento.
Se construyeron talleres de serigrafía, carpintería y acrílicos. Igualmente dormitorios, baños y comedores.
Los alumnos de la Licenciatura en Conservación y Restauración de Bienes Muebles se responsabilizaron de la restauración de las colecciones y los alumnos de los Cursos de Museografía del diseño, producción y montaje del museo.
El Museo de Acolman
La exposición permanente del Museo de Acolman, elaborada desde 1990 e inaugurada en 1992, estuvo abierta un año pues fue cerrada en 1993.
Se trató de un diseño interdisciplinario cuya resolución final correspondió a los alumnos de los Cursos de Museografía de la ENCRyM. Se respetó en su totalidad el inmueble, la pintura mural, las bóvedas y la espacialidad interna y externa. Se construyeron muebles para exhibir pintura de caballete de mediano formato, esculturas de bulto, atuendos religiosos y objetos menores en contenedores de cristal con cuatro vistas.
Estructuras metálicas para soportar las Tablas de Acolman, una serie de cinco pinturas que, al igual que toda la colección exhibida, fueron restauradas por alumnos de la ENCRyM. Imágenes donde se aprecia que algunos objetos fueron expuestos de forma más segura con capelos o, al fondo, casulla, estola y manípulo en vitrinas con cristales.
Con esta exposición se logró demostrar que la formación académica se complementa con esta opción de uso y experimentación práctica.
Notas al pie
10 Invitación expresa del profesor Miguel Ángel Fernández, quien coordinó el proyecto de creación del Museo del Templo Mayor.
11 Por esa época Soto Soria se refería al Laboratorio de Acolman como una excelente estrategia en apoyo a la formación museográfica, en Adriana Malvido (1992), “El objeto y la mirada”, Memoria de Papel, año 1, núm. 2, México, Conaculta.